jueves, 28 de junio de 2012

Quiero a la Luna Viajar


Quiero a la luna viajar, para poderla tocar.

La veo desde mi cama, cuando el cielo se calma.
¿Cómo llegaré tan lejos?, ¡mis patines están viejos!
En un globo montaré, ¡no sé yo si llegaré!
El tren queda descartado, a volar aún no ha llegado.
Busco algo con grandes alas, que traspase nubes blancas;
una avioneta ruidosa, rápida y de color rosa.
La gasolina no dura, aún no llego a la luna.
¿Y si en un barco gigante viajo como ­­­­­­­­­­un navegante?
Surcaría yo los mares con pulseras y collares.
El barco no llegaría, aunque mucho correría.
Tengo yo un patinete, le echaré un poco de aceite, 
pero solo con tres ruedas no se llega ni a Bruselas.
¿Y viajar en submarino?, ¡ay qué sueño tan divino!
En el agua su reflejo, de la luna el espejo.
Quiero llegar a la luna, antes de llegar la una.
Quiero de cerca mirarla y por fin así tocarla.
Es un sueño muy difícil, pues cumplirlo no es tan fácil.
¡Una idea he tenido!, será muy entretenido: construir una avioneta, grande y de color violeta.
Podré llegar a las nubes, esponjosas y azules, pero ¿llegaré a la luna?
Ni montado en aceituna. ¿Una avioneta tan alta?, ni aunque fuese de plata.
 ¿Qué vehículo utilizar?, quiero mi sueño realizar.
 ¿Un cohete llegaría?, ¿Crees que se pararía? Un tractor surca la tierra, pero a la luna no llega.
Una moto es muy ligera, corre mucho y no pesa, pero creo que no vuela, aunque lo diga la abuela.
Antes viajaban en carros, pero dicen que son tarros.
El caballito galopa,corre y come mucha sopa, pero a la luna no puede llegar pronto aunque quiere.
La cigüeña tiene alas, blancas, negras y muy largas, ¿Querrá llevarme a la luna, o se quedara sin plumas?
Yo conozco a una gaviota, pero es muy cabezota.
En el coche de mi abuelo puedo llegar solo al pueblo.
Es tan blanca y reluciente que parece un pendiente; me gustaría cogerla y en mi habitación tenerla.
Ni en tren ni en autobús llego, ni siquiera por los pelos.
Probaré con una nave. ¿Alguien encontrarla sabe? Tiene luces y es redonda, gira como una peonza.
Tanto pensar me dio sueño, pues aún soy algo pequeño.
Dormiré tranquilamente con mi peluche clemente.
Oh, mi sueño he realizado, a la luna he llegado.
Soñando puedo tocarla y por fin acariciarla.
Conseguirlo era muy fácil pues dormir no es difícil.



 
Este relato es propiedad de Raquel Bonilla y sus ilustraciones pertenecen a  Pilar Puyana y Verónica López. Todos los derechos reservados.

sábado, 9 de junio de 2012

Solo mi sentir.....

Hoy, solo escribo mi sentir...
De este sentir, que cayó cada vez, que me hacen ver lo que realmente soy, UNA MÁS...
Si una más, que ocupa un espacio en este tan grande espacio, que es mi casa.
Indiferencia, incertidumbre, invisibilidad, descortesía simplemente, no se es tomado en cuenta, más que para resolver problemas si los problemas cotidianos, del día, de la semana, del mes, del año. Me lo he preguntado muchas veces en qué momento se perdió el encanto de ser una familia,
En qué momento se rompió toda relación familia….
Solo veo lo que queda  a mí alrededor, y esta indiferencia duele hasta los huesos… wow que expresión, un tanto dominguera,  pero al fin y al cabo dolorosa, vaya que es dolorosa, esto ya no se puede ni  fingir con nadie de que somos una familia modelo, vamos  ni de que somos una familia ya, no ya no lo somos.
Ahora solo somos habitantes de un espacio en común, si necesitas algo me lo dices y lo cubro ya no hay armonía por ningún lado.
¿En qué momento se perdió esa magia?
No, ni yo lo sé….hago miles de conjeturas y no llego a una que justifique ese desencanto.
A veces pienso si fue el decir a mis hijos de la traición de su padre, ya no eran unos niños, pero creo que de igual manera….
Yo… ¿Rompí ese encanto?, ¿Yo genere ese desencanto?, ¿Yo inicie esta soledad?
Y… ¿Dónde queda lo que yo siento?, ¿Qué hago con mi dolor?,  ¿Qué hacer con la traición?
Ahhh se me olvidada, “Soy mujer” debo de aguantar, si de aguantar lo que venga, así sea la traición, la humillación, el desengaño, la frustración…
Vaya nunca me catalogue como una mujer así, si una conformista con lo que se tiene porque no se es merecedora de algo más.
Mmm, frase cruel, “no te has visto al espejo”, y zaz ahí mismo frente al espejo solo vi una mujer derrotada con otra cruel verdad, “mi cuerpo cambio, fui mamá, di vida y eso no importa”.
Más bien no fui afortunada como otras mujeres que se embarazan y vuelven a su esbelto cuerpo, y de nuevo la triste realidad, se apenan de mí, uy (que manera de pensar la mía, que tonta), si es una pena caladora y ahí viene eso la historia de toda mujer que se conoce todas las dietas para adelgazar  sin resultados, pero bueno, quien no ha vivido eso.
Hasta que de nuevo viene el amor a tu vida, pero aun tienes el compromiso del matrimonio, me decía, y nada mi yo interno decía no lo dejes pasar…
Y no lo deje pasar…
Alucinaciones mías pero ahora vienen a mi esos recuerdos de una vida pasada, donde fui alguien especial para un maravilloso hombre, y así con esas alucinaciones, me las guardo solo para mí, pero es muy ilógico que simplemente con ver o tocar ciertas cosas vengan a mi esos flashazos a mi mente haciéndose más presentes, solo me digo para mi propia tranquilidad ya falta poco, para encontrarnos en otra vida, y volver a vivir ese verdadero amor.
Soledad dura soledad, no hay nada que la llene ni la haga menos dolorosa.
No dejen pasar el amor.
No se nieguen a las oportunidades que la vida les presenta.
Vivan cada día como si fuera el último de sus vidas.
No se priven de hacer hasta lo imposible porque cada momento sea inolvidable, igual y en otra vida lo recuerdan y buscan el verdadero amor.
Solo me queda mi música, y esas hermosas voces que me hacen viajar a mundos maravillosos, en donde la protagonista del cuento SOY YO….DONDE SOY SIMPLEMENTE AMADA POR QUIEN SOY.

YOLANDA CORRALEJO.

martes, 5 de junio de 2012

Dos relatos de amor y café


Rafael miró con tristeza la punta de su lápiz.
--Me lleva la que me trajo.-- pensó molesto. --Debería conciderar cargar con un sacapuntas, no me sirve de nada cargar con el puro cochino lápiz.-- Levantó la mirada buscando auxilio en la conciderada Male.
-Malena- la llamó. Desde la barra una señora de anteojos replicó con tono sarcástico -Hay Rafa, hay Rafa, ¿Cuándo aprenderás a decirme mamá?
-Nunca Malena. Eres muy joven para que yo ande diciendo esa clase de tonterías. Se rompió la punta de mi lápiz, voy a la pape a comprar otro.
Se levantó perezosamente y se estiró.
-Rafa, no hagas eso, es de muy mal gusto.
Se despidió con una mano y salió a la soleada calle, la cual, en aquélla época del año se llenaba de plantas y flores. caminó el trayecto a la papelería, unas cuatro cuadras todo recto mientras pensaba, dibujaba en su mente, volvía a pensar, a dibujar, a crear, a crear, a crear... no podía dejar de dibujar.

De regreso al café encontró a una mujer, una horrorosa mujer cruel y despiadada, en un disfraz de tal suma hermosura que pensó que alguna divinidad había parado a tomar café.
La miró y no se atrevió a hablarle. ella dió las gracias y salió. en el momento en el que lo hizo, Rafael la transformó...

Nunca pudo volver a dibujar, ya que ella se había robado toda la belleza existente. La odiaba, la transformó en su mente, la creaba diferente.
Ella se había robado lo único para lo que él había sido bueno.

Nunca la volvió a ver, y nunca supo que, si se hubiera atrevido a hablarle, se hubiera enamorado de la mejor persona parada sobre el planeta, la cual lo hubiera llenado de tanta inspiración y pasión, que hubieran tenido una hija que la superaría en hermosura y que él, en su pintura, hubiera hecho inmortal.

Katzecan





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 Ella apuró de un sorbo su café; mientras lo hacía no dejaba de pensar en los sucesos de unos minutos anteriores...
Afuera la lluvia no cesaba, y ella caminaba sin rumbo, deseaba morir y sin embargo... algo dentro de sí le hizo detenerse en la puerta del café, la lluvia arreciaba, el lugar era común y corriente pero decidió quedarse unos momento así que entró; Entonces lo vió... Tendría unos 30 años y no dejaba de mirarla, sus ojos se cruzaron un instante y el bajo la vista visiblemente avergonzado, ¿ cuantas veces se repitió la escena ? ¿ cuatro, cinco, seis? él mientras tanto, no dejaba de dibujar en la servilleta, por fín, se puso de pie, con paso vacilante se acercó a ella, en su mano temblorosa sostenía la servilleta donde minutos antes no dejaba de dibujar, ella, olvidando de pronto su pena se sintió halagada y se dispuso a ofrecer su mejor sonrisa, pero él paso de largo y arrojo la servilleta al cesto de basura para salir rapidamente del lugar...
Ella apuró de un sorbo su café; Decidida se dirigió al cesto de basura y tomó con avidez la servilleta, donde vio su rostro perfectamente dibujado, con su belleza en todo su esplendor...
¡ Imbécil ! escupió de pronto, y arrojando la servilleta al suelo salió a la calle...
En silencio, como una sombra, me deslicé entre las mesas, recogí la servilleta, la guarde en mi bolsillo y salí de nuevo tras de ella.

Fantomas


lunes, 18 de abril de 2011

De café y de amor


De café y de amor
Autor: B. Rimbaud
A cada sorbo de este buen café, me doy cuenta que te quiero más y más. Mí alrededor se nubla y te veo frente a mí, mientras el caliente fluido se encuentra en mi boca. Pienso en la luz de tus ojos iluminando la noche, en tu boca apagando la sed, mi enfermedad casi eterna y tus brazos aferrándome a la existencia. Más que cafeína, pareciera alucinógeno: pero el efecto es detonado por el sentimiento que me hermana a ti. Placer inmenso, solo podría ser superado por tu presencia patente, pero en este momento tu evocación dota a mí ser de nuevas ansias, nuevos deseos de asir mi mundo y el tuyo, sin que dejen de ser eso: dos mundos. ¡Dicha que se antoja eterna! ¡Café no te acabes! Lo raciono, últimos instantes de gloria, pero me quedaré en las nubes: con el sabor del café en mi boca y tu imagen en mi mente…

De café y de amor, claro sentido frente al error.
De café y de amor, bálsamo por las heridas del dolor.
De café y de amor, nuevo tópico del interpretador.
De café y de amor, la imagen bella del pintor.
De café y de amor, los sonidos nuevos del cantor.
De café y de amor, que no diga nada quien no sabe de honor.
De café y de amor, digamos adiós al terror.
De café y de amor, ya no hay más destructor.
De café y de amor, así el fin y el principio de esto, sella el escritor.

miércoles, 13 de abril de 2011

UN POEMA Y UN BUEN CAFE...

Café con aroma de mujer...


De pie junto al portón
es buena la intención
taza de café capuchino,
galleta de almendras
recinto limpio,
retrato apaciguando la calentura
un sorbo, dos, tres,
una mirada bajo el faldón

en la inquietud del momento.


No caben silencios en los labios,
bocas húmedas
palabras tácitas entre aromas de café y tabaco
impulso de la pasión
impaciencia de la razón
sigue el tiempo nadando por la piel
atenuando la estrechez
círculos de abrazos, latidos expectantes
solo una lucha entre el compromiso y la conciencia
espíritu solitario abatido
atado de pies y manos
rozando el dintel.

De repente, todo estalla
ya consumado
pregunta, simple, pero certera
las lágrimas danzan en la estancia,
saltan como gotitas
Sobre las palmas.

Silencio,
gime el alma, se yergue el corazón
sobran explicaciones
el mutismo
se hace trofeo de la situación
la razón aflora
nada hay sólo...
ella, la figura de negro
la silueta bajo la ventana
otra noche, otro camino
pies descalzos
haciendo surcos
levita sólo ella… y su capuchino.



Felicidad Segurado Fernández